En el devenir histórico de cada pueblo, existen figuras emblemáticas que encarnan los valores y la lucha por la libertad y la justicia. Carlos Fonseca Amador es una persona que ha dejado una huella imborrable en la memoria de este país y en la Bicentenaria Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León). Su valentía, sacrificio y dedicación lo convierten en un símbolo de inspiración y un ejemplo a seguir para las generaciones presentes y futuras.
Y bien lo dijo el comandante Tomas Borge: “Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren”, pues, ¿cómo puede morir quien su nombre impregnó en las páginas de la Historia de Nicaragua?, siendo así, el prócer revolucionario que, teniendo como ideario al General Sandino, con determinación, humildad, sencillez e intelectualidad lucho por la liberación.
Considerado de esta manera, el padre de la Revolución Sandinista nace el 23 de junio de 1936 en el barrio El laborío, Matagalpa. Durante su niñez, las calles de su ciudad natal fueron testigos cuando día a día se disponía a vender periódicos y caramelos; recursos monetarios que le servían para ayudar a la economía de su familia.
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III Feria de Proyectos de Investigación
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La inteligencia de Carlos fue notoria desde muy pequeño, tanto así que, se destacó por sus habilidades y destrezas como mejor estudiante en la primaria y secundaria, lo que le permitió graduarse con honores, obteniendo el 4 de marzo de 1955 la medalla al mejor bachiller del año llamada «estrella de oro».
Un año después en 1956, decide matricularse y estudiar la carrera de Derecho en la UNAN-León; pauta que lo convirtió en un destacado activista y líder estudiantil, llegando a ser el secretario de relaciones del «Centro Universitario de la Universidad Nacional Autónoma» (CUUN), en donde organizaba asambleas estudiantiles para exigir la libertad de profesores universitarios y de un estudiante (Tomás Borge) que guardaban prisión desde el ajusticiamiento del dictador Anastasio Somoza García por el valiente Rigoberto López Pérez.
En marzo de 1959 funda con otros compañeros la Juventud Democrática Nicaragüense (JDN) que es considerado el intento inicial de los jóvenes por independizarse contra la tiranía. Acciones que, por las manifestaciones realizadas, causo su detención y deportación a Guatemala, y es en esa tierra que tiene la oportunidad de relacionarse con la Asociación de Estudiantes.
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Capital de la Revolución; León, pionera de la Liberación
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Posterior a esto, se traslada a Honduras, integrándose en la columna guerrillera «Rigoberto López Pérez», contando con el apoyo del gobierno cubano (a través del «Ché») en la lucha contra la dictadura de los Somoza. En una acción coordinada la columna es masacrada en El Chaparral (Honduras) y Carlos recibe una herida de bala en el pulmón.
Mientras tanto en Nicaragua, Somoza afirmaba la muerte de Carlos, razón por la cual los estudiantes de la UNAN-León en respaldo a su líder estudiantil, pedían de manera pacífica en el tradicional “desfile de los pelones”, saber de la verdadera situación de Carlos, y en respuesta a esto, se abrió fuego bajo las balas homicidas disparadas por los gorilas sostenes de un régimen social injusto, en donde prevalecía el hambre, el crimen y el analfabetismo, resultando en un gran número de víctimas mortales, y provocando la muerte instantánea a los estudiantes mártires del 23 de julio de 1959: Sergio Octavio Saldaña González (20 años), José Rubí Somarriba (21 años,) Erick Ramírez Medrano (17 años) y Mauricio Martínez Santamaría (19 años).
Fundación del Frente Sandinista
En 1961 junto con otros compañeros funda el Movimiento Nueva Nicaragua (MNN), nombre que cambio tras una reunión celebrada en Honduras, en la que participó Tomás Borge Martínez, Silvio Mayorga, Santos López, entre otros, y de allí, nace el «Frente Sandinista de Liberación Nacional» para la organización armada revolucionaria que desde meses atrás se viene integrando.
El 17 de enero de 1968 se le reconoce a nivel nacional como el único y principal Jefe Político y Militar del FSLN. Junto con Julio Buitrago Urroz y otros cuadros reorganizan las filas del FSLN después de los entrenamientos del cerro Pancasán y lanza varios comunicados a las madres nicaragüenses y a los estudiantes revolucionarios.
Tránsito a la inmortalidad
Trágicamente, Carlos Fonseca Amador, cae en combate la noche del 8 de noviembre de 1976, en un enfrentamiento armado con la Guardia Nacional de Somoza, antes de que se lograra la victoria de la revolución. Sin embargo, su legado y su influencia perduran en Nicaragua, su nombre se ha convertido en símbolo de lucha y resistencia para el pueblo ya que, bajo su liderazgo, el FSLN llevó a cabo una lucha armada contra el régimen de Anastasio Somoza Debayle, que culminó con el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979.
Legado
El legado y ejemplo de Carlos, sigue resonando en esta tierra abnegada a la lucha. Su valentía, sacrificio y dedicación lo convierten en una figura inmortal, y su historia continúa siendo una fuente de inspiración para la comunidad universitaria de la UNAN-León, perdurando su memoria en cada acción implementada desde el Gobierno del Frente Sandinista liderado por el comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo para la reducción de la pobreza.
A 87 años de su nacimiento, el compromiso que asume la Bicentenaria UNAN-León, es de carácter patriótico y revolucionario, honrando el legado de Carlos en cada política educativa para el bienestar social, esto como respuesta al 6% institucional.
